“Ignora los sueños de aguaymanto y los libros de insomnio y la menguante sonrisa y los gatos»
Enrique Mar quemó sus fotografías. Sigue escribiendo en pequeños papeles que va dejando por dónde camina. Un grupo de estudiantes lo notó y empezaron a seguirlo. Al recoger sus pedazos de papel donde a veces solo se encuentran garabatos o dibujos. Otras veces no escribe, solo recita algo mirando una ventana sucia o el final de la calle unos automóviles pasar. Entonces algo se perdió; y él sonríe satisfecho.
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Enrique Mar – Nina Menina (Además sucede)
—Nina Menina duerme—
vestida de gatos
sobre blanco y negro
de sábanas y rosas grises,
gatos, gatitos
infantiles, juguetones
emergen de su vientre, aúllan
y Nina Menina abandona
su sueño en Lares
de valles cusqueños
y sembríos de aguaymanto.
—Nina Menina despierta—
enciende un cigarrillo
y cala su sueño a la luna
que apenas aparece
sobre nubes que
nunca serán lluvia
en ciudad desierto
solo neblina o niebla,
cala otra vez
sopla sin temor
y aparece sin apenas,
menguante como su sonrisa.
—Nina Menina regresa—
dice la mujer insomne de
ojos satinados azul y plata,
los gatos vuelven
rodean, despeinan
aúllan en ritual
círculo de Baba
camino al vientre,
juguetones, fieles
vuelven a su interior.
Las rosas grises esperan quietas
el blanco y negro también
y su amante que nunca
despierta, ignora los
sueños de aguaymanto y los
libros de insomnio y la
menguante sonrisa y los
gatos.
—los gatos—
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