Canciones poéticas
«Voy a navegar en tu puerto azul, quisiera saber de dónde vienes tú, vamos a dejar que el tiempo pare…»
Pero el viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar, y aunque no quise el regreso, siempre se vuelve al primer amor.
«Dentro de un surco abierto vi germinar un lucero de infinita soledad y con una canasta le vi regar con agua de un arroyo de oscuridad.»
«Corazón de sal y de tormentas, corazón de arenas y de estrellas. Furia de la furia, trunca y prisionera el mar»
«Qué es lo que canta digo yo, no se consigue responder, vana es la abeja sin su miel, vana la hoz sin segador»
«Me dio dos luceros que, cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco, y en el alto cielo su fondo estrellado»
«El amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño, y al malo sólo el cariño lo vuelve puro y sincero.»
«Abrázame fuerte que no pueda respirar. Tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo nunca más»
«Estamos cantando a la sombra de nuestra parra una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra.»
«Gracias pero no, no bailo, quizás la próxima vez. Tengo torpes las rodillas y tú, veloces los pies.»
«Y si la vida es un sueño, como dijo algún navegante atribulado, prefiero el trapecio para verlas venir en movimiento.»
«¿Cuántas veces cerca, cerca del amor? Casi lo tocó y lo acarició y casi estuvo cerca de abrazarlo y se escapó.»
«Yo soy un moro judío que vive con los cristianos, no sé qué dios es el mío ni cuáles son mis hermanos.»
«La canción es la amiga que me arropa y después me desabriga: la más clara y oscura, la más verde y madura, la más íntima, la más indiscreta.»