«Quiero cantarte un beso, mas todo se confunde entre un millón de huesos y derrumbes.»
Silvio Rodríguez Domínguez, cantautor, guitarrista y poeta cubano, exponente característico de la música de su país surgida con la Revolución cubana, conocida como la Nueva Trova. Con más de cuatro décadas de carrera musical, Silvio Rodríguez ha escrito más de quinientas canciones y publicado más de 20 producciones.
Quiero cantarte un beso, canción del disco Cita con Ángeles, del año 2003. Silvio Rodríguez dejó la intimidad de la guitarra desde el disco anterior, llamado Expedición, acompañándose de una orquestación de vientos, cuerdas o percusión, dependiendo del tema. En esta canción, Silvio nos habla de las guerras actuales, haciéndose preguntas, cuestionando su origen y el rol de los demás, el papel de todos. Como se vuelve cotidiano lo que no debería ser cotidiano. Entonces… vuelve la necesidad de repasarme donde estoy, si existe o no la humanidad y si se ha visto hoy.
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Silvio Rodríguez – Quiero cantarte un beso
Quiero cantarte un beso
mas todo se confunde
entre un millón de huesos
y derrumbes.
Así que el beso huye
con ojos de reproche
mientras la sangre fluye
por las noches.
La muerte se ha regado
por toda la pradera
aquel que la ha sembrado
¿que le espera?
Dicen que el responsable
nunca ha gastado cuernos
solo un traje impecable
en los infiernos.
Y vuelve la necesidad
de repasarme donde estoy
si existe o no la humanidad
y si se ha visto hoy
La esfera agonizando
todos los días explota
y nadie esta mirando
que está rota.
35 mil niños
mataron ese día
la tele no hizo un guiño
todavía
Y vuelve la necesidad…
Grandes ilusionistas
con hazañas de alarde
dicen que son altruistas
los cobarde.
Mientras el poderoso
mas ordena y mas traga
y el pequeño ripioso
siempre paga.
Y vuelve la necesidad…
Creí que nadie estaba
que nada respondía
pero el amor velaba
todavía.
Y el viejo centinela
en medio del desierto
prendió infinitas velas
por los muertos.
Y vuelve la necesidad…
Recitado:
Quiero cantarte un beso, mas todo se confunde entre un millón de huesos y derrumbes.
Así que el beso huye con ojos de reproche, mientras la sangre fluye por las noches.
La sangre se ha regado por toda la pradera. Aquel que la ha regado ¿que le espera?
Dicen que el responsable nunca ha gastado cuernos, solo un traje impecable en los infiernos.
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