“Fue en ese cine, ¿te acuerdas? en una mañana al este de Edén. James Dean tiraba piedras a una casa blanca, entonces te besé”
Una misma mesa muchos años después. Un mismo café, muchos años después. Las mismas personas, muchos años después. Pero no la misma sensación. El mundo ya había dado muchas vueltas y en esos giros las cosas cambian. Somos los mismos y no los somos. Amamos. Poseemos. Perdemos. Añoramos. Luis Eduardo Aute nos cuenta en este relato dos instantes que resumen muchos años. Tantos como los necesarios, para sentirse extraños conocidos. De su disco Rito del año 1973, las cuatro y diez nos cuenta la historia que empieza mientras un hombre tiraba piedras a una casa blanca. Entonces sabemos que amamos.
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Luis Eduardo Aute – Las cuatro y diez
Fue en ese cine, ¿te acuerdas?
en una mañana al este de Edén,
James Dean tiraba piedras
a una casa blanca, entonces te besé.
Aquélla fue la primera vez
tus labios parecían de papel,
y a la salida en la puerta
nos pidió un triste inspector nuestros carnets.
Luego volví a la academia
para no faltar a clase de francés,
tú me esperaste hora y media
en esta misma mesa, yo me retrasé.
¿Quieres helado de fresa
o prefieres que te pida ya el café?.
Cuéntame como te encuentras,
aunque sé que me responderás: muy bien.
Ten, esta foto es muy fea
el más pequeño acababa de nacer.
Oiga, me trae la cuenta,
calla, que fui yo quien te invitó a comer.
No te demores, no sea
que no llegues a la hora al almacén;
llámame el día que puedas,
date prisa que ya son las cuatro y diez.
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