Una ceremonia solitaria es una ceremonia al fin de cuentas, aunque algunos la quieran negar, aduciendo que una ceremonia debe congregar un público, debe tener seguidores. Como en una religión. Jorge Eduardo Eielson nunca lo consideró así. Prefería sus momentos únicos consigo mismo y con ese otro que era él escribiendo. De ahí nacieron sus ceremonias solitarias. La Ceremonia solitaria bajo la luz de la luna, la Ceremonia solitaria en compañía de mí mismo y esta ceremonia en compañía de tu cuerpo. … […]